domingo, 6 de maio de 2012

El P. Pfluger habla de los recientes progresos

Traduzco a continuación un artículo traducido y publicado por New Catholic en Rorate Caeli, titulado:

Importante: el P. Pfluger habla de los recientes progresos


El P. Niklaus Pfluger, FSSPX, es el Primer Asistente del Superior General de la Fraternidad San Pío X (FSSPX). Él fue el principal orador en la conferencia del domingo pasado en Hattersheim, Hesse, Alemania, promovida por la asociación Actio Spes Unica, en la que habló de Roma, la Fraternidad y el futuro. Lo siguiente es una traducción del resumen oficial de la conferencia (original en alemán): reporte de los más recientes progresos.

P. Niklaus Pfluger

Nada nuevo - así es como uno podría describir la primera media hora de la conferencia de Niklaus Pfluger en el Spes-Unica Sunday de este año: el Primer Asistente del Superior General de la FSSPX recordó una vez más cómo ha progresado la relación de con Roma en los años recientes.

Pero entonces la sala de conferencias en Hatterrsheim (Alemania) se puso más y más excitada a la vez que el P. Pfulger comenzó a develar inesperadamente los eventos de los años pasados, hasta ahora. Y además anunció que esos eventos sugerían a Mons. Fellay a dejar a un lado el principio que guiaba las negocaciones con Roma.

El deseo del Papa de una solución

"No hay solución práctica sin acuerdo doctrinal" - este era el principio sobre el cual la FSSPX había comenzado las discusiones con la Santa Sede. Pero las negociaciones de los años pasados revelaron que las diferentes posiciones, considerando la cuestión central doctrinal, no pueden ser puenteadas. [NdeJV: "bridged" en la traducción del inglés]

Las semanas recientes han revelado que el Papa están tan interesado en una solución canónica para la Fraternidad que ya está listo para sellar un acuerdo, aún si la Fraternidad no reconoce los textos disputados del Vaticano II y la Misa nueva. Sin embargo, si la Fraternidad rechazara un acuerdo, aún bajo estas circunstancias, entonces nuevas excomuniones son una posible resultado.

La libertad de continuar trabajando en libertad

Bajo estas circunstancias el Superior General, Mons. Bernard Fellay, no considera posible rechazar la proposición del Papa. Sería equivalente a una caída en el sedevacantismo si uno se alejara del deseo del Papa, si el mismo no implica reconocer falsa doctrina. También es materia de prudencia o sabiduría no cortar todas las conexiones con Roma. Uno debería guardar al menos una puerta abierta, aún si en ese momento parece no haber proximidad en cuestiones doctrinales.

Es, por supuesto, una pre-condición el que un acuerdo garantizará que la Fraternidad pueda estar en desacuerdo con las posiciones de Roma en los asuntos en discusión y que tendrá libertad para continuar su labor con su entero apostolado. Parte de un status autónomo sería también el derecho de criticar el Concilio y el Modernismo.

La oferta para Mons. Lefebvre y paralelos históricos

A modo de apoyo a la decisión de Mons. Fellay, el P. Pfluger hizo recordar la forma de acción de Mons. Lefebvre en 1987 y 1988. En ese tiempo el Arzobispo propuso una propuesta a largo alcance para un acuerdo con el cual él quería llegar a una solución provisional pragmática que habría beneficiado a la Iglesia entera. El acuerdo que el Arzobipspo quería firmar en aquel tiempo demandó muchas más concesiones de la Fraternidad que aquellas que el Papa Benedicto demanda en este momento.

Más aún, uno tiene que darse cuenta cuánto se han difundido falsas doctrinas dentro de la Iglesia. Aún si se hubiera llevado a cabo una conciliación teológica entre Roma y la Fraternidad, no se podría esperar que, por orden del Papa, desaparecieran de repente de la faz de la tierra todas las falsas doctrinas. El P. Pfluger apunta a los paralelos en la historia de la Iglesia: luego de la condena del Arrianismo, esta falsa doctrina aún fue ampliamente difundida por mucho tiempo, y en algunas regiones incluso por varias décadas. Y aún luego de cincuenta años luego del Concilio de Trento, el Arzobispo de Milán pide consejo al Papa, porque casi todo su clero tiene esposa e hijos. ¿Qué debe hacer? La respuesta de Roma muestra cómo reacciona la Iglesia con sabiduría y sentido común en tales casos: si no puede reemplazar el clero, entonces simplemente tiene que mantenerlo.

El incesante fortalecimiento de la Tradición

El reconocimiento de la Fraternidad sería, después de todo, una confirmación oficial de la importancia de la Tradición, algo que sería muy importante e influyente en toda la Iglesia. Y rectificaría la injusticia de su estigmatización. ¿No hay peligro de que los obispos locales hostiles usen el acuerdo para luchar e impedir la labor de la Fraternidad? Contra este previsible argumento el Primer Asistente sostiene el progreso de los años recientes: el movimiento en dirección a la Tradición -y principalmente el deseo de sacerdotes jóvenes de celebrar la Misa antigua- se ha hecho imparable, más allá de la intimidación y la opresión. De hecho, este movimiento es ahora tan fuerte que la Fraternidad podrá resistir tales embestidas de los obispos modernistas.

El archivo de audio de esta conferencia está disponible para su descarga aquí.

[Nota de J.V.: las imágenes fueron añadidas a la traducción del inglés.]